El hombre más rico del mundo murió durante el hundimiento del Titanic

El 10 de abril de 1912 John Jacob Astor IV, su esposa Madeleine (29 años más joven) y su perrita Kitty, abordaron en primera clase del RMS Titanic de la White Star Line, con el ticket n.º 17754, desde el puerto inglés de Southampton, sin imaginar que sería el último viaje que realizarían.

 John Jacob Astor IV era el hombre más rico del mundo en aquel momento, poderoso, inversionista inmobiliario, novelista, inventor y teniente coronel durante la Guerra.

 La prensa lo apodo “Jack Ass”, y tenía una fortuna estimada de 85 millones de dólares, lo cuales no pudieron evitar que el 15 de abril de 1912 se convirtiera en una de las mil 517 personas que murieron durante el hundimiento del trasatlántico británico, después de que chocara contra un iceberg.

La pesadilla de la familia Astor comenzó el 14 de abril de 1912, a las 11:40 de la noche: Jack y su familia se encontraban en su camarote cuando fueron avisados de que algo estaba pasando, pero que “de momento” tenían todo bajo control, después fueron llamados a congregarse en el gimnasio (en la cubierta de botes) de la embarcación y les pidieron ponerse los chalecos salvavidas.

 Minutos más tarde se dio la orden de que niños y mujeres abordaran los botes salvavidas, Madeleine, quien aún no sabía que estaba embarazada, subió al bote número 4 y descendió al mar sin su esposo a las 1:55 am.

 J.J Astor IV y su perrita Kitty se quedaron en la cubierta B del paseo semi cerrado, después fueron llevados a la cubierta A para junto al oficial Charles Lightoller, segundo oficial de RMS Titanic, preparar el bote plegable B, ubicado justo debajo de la primera chimenea, la cual colapsó sobre ellos, ni el magnate ni su mascota sobrevivieron.

El cuerpo de John Jacob Astor IV fue encontrado una semana después del hundimiento, por el buque CS Mackay-Bennett y reconocido por lo ostentoso de sus ropas y por las iniciales J.J.A., bordadas en la parte posterior del cuello de su camisa.

 Los restos de John Jacob Astor fueron enterrados en el mausoleo Astor en el cementerio Trinity en Manhattan, Nueva York, el 1 de mayo de 1912.

La esposa del empresario, Madeleine, heredó un fondo de 5 millones de dólares mensuales para criar a su hijo, John Jacob Astor VI, con quien vivió en una mansión de Newport, también heredó una limusina y cinco caballos. Su acuerdo pre-matrimonial indicaba que podía disfrutar de la propiedad y fortuna siempre y cuando no se casara de nuevo, pero ella renunció a todo en 1916 para casarse con William K. Dick y después con un empresario italiano llamado Enzo Firemonti.

 El hijo de Madeleine, conocido también como Jackie o “El bebé del Titanic” heredó de su padre 2.53 millones de dólares.

Mientras que Astor dejó 69 millones de de dólares a William Vincent, su hijo primogénito, producto de su relación con su primera esposa, Ava Lowle Willing. Vincent también heredó el patrimonio de su padre en Rhinebeck y su yate, Noma.

Entre los logros de Astor destacan la autoría del libro “Un viaje a otros mundos” (1894), la invención de un freno para bicicleta (1898), un “desintegrado vibratorio”, ayudó a desarrollar el motor de turbina y construyó el Hotel Astoria (Waldorf Astoria).

 El diario estadounidense Celebrity Net Worth hizo una analogía acerca de la muerte de Astor, haciendo notar qué pasaría si este suceso ocurriera en la actualidad, si la persona más rica del mundo o sea Jeff Bezos, construyera una nave espacial que llevara a personas normales a la órbita y que esa nave espacial fuera golpeada por un meteorito y explotara a la mitad del viaje con el millonario dentro… esto es exactamente lo que sucedió hace 110 años en el Titanic.

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